lunes, 20 de junio de 2016

Buscando el sentido



“Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es.”
Jorge Luis Borges



El arte y la ciencia, al igual que todas las actividades del hombre, plantean y pretenden responder las eternas preguntas sobre la existencia humana, formando un cauce que desemboca en la búsqueda de la propia identidad y que a su vez suscita nuevas preguntas; es como mirar un espejo dentro de otro cuyos reflejos parecen multiplicarse hasta el infinito.

En cada pintura he arrojado mis preguntas al universo: ¿Quiénes somos? ¿Qué somos? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos?
El dibujo, en cambio, me resulta una escritura exquisita, otra forma de poesía y un espejo donde hallo respuestas en el silencio, el tiempo no significa nada en el espacio, la pintura así lo ha demostrado.

Mi pintura no pretende convertirse en un parámetro de la verdad, ni ofrecerse como única respuesta para tales preguntas, sino que he decidido profundizar en los abismos del pensamiento, dejarme conmover por el mundo que me rodea y sobre todo no abandonar esta cuestión que es vital para la humanidad: “las preguntas que se han convertido en el motor de su existencia.”




"Todos los Colores del Amanecer"
Acuarela de Pedro Sacristán © 2011.



La memoria de la humanidad y sus eternas preguntas sin duda reposan en la intimidad de las bibliotecas, por ello considero que la unión entre pintura y literatura es un romance perfecto, tan estrecho y tan intenso como el que existe entre la música y la danza, las artes son interdependientes.
La lectura lleva al individuo al conocimiento de sí mismo y del mundo que le rodea, además se convierte en un acto de contemplación y deleite, la visión poética cautiva al espectador y transforma a los lectores. 
La presencia de la pintura en los libros se explica bajo el término "ilustración", para escribir y para ilustrar es menester un extraordinario lector, un devorador de libros, una gran curiosidad, capacidad de asombro, cualidades finas y precisas de observación, pasión, oficio y disciplina. 
Profundizar en la relación de estas nobles artes involucra ver mucha pintura y viajar por un universo de libros. El artista es, ante todo, un gran observador y describe con elocuencia el mundo que le rodea sin hacer una regla del tiempo en que le tocó vivir.




"Fantasía Mexicana: Entre la Vida y la Muerte"
Acuarela de Pedro Sacristán © 2011.



La Ciudad de México es un sitio privilegiado para todo aquel que busca inspiración, no sólo para los artistas sino también para los historiadores, arqueólogos y maestros. 
El “ser mexicano” o más bien “la identidad dual del mexicano” ha despertado mi fascinación y he estudiado la historia de México en sus diferentes etapas, particularmente la cosmovisión prehispánica y la inculturación con el cristianismo, el pensamiento occidental y la literatura universal.




"El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha"
Dibujo a lápiz de Pedro Sacristán © 2003.



He reconocido mi raíz española principalmente en el lenguaje y la lectura de grandes obras literarias como el Quijote de Cervantes, la Biblia, El Paraíso Perdido, La Divina Comedia, La Noche Oscura y el teatro del siglo de oro español entre otros, asimismo la hermosa arquitectura colonial que convive con los edificios prehispánicos en la Ciudad de México.

Considero que la "Fantasía Mexicana: Entre la Vida y la Muerte" es una de las primeras obras de mi madurez junto con "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha" de 2003, que además es su antítesis. Ambas reflejan el paralelo de mis herencias prehispánica y española. 
"Fantasía Mexicana" trata acerca de lo que es "ser mexicano" en presente, pasado y futuro, donde el mexicano es un ser fantástico producto de la guerra y el romance de dos universos completamente distintos. El mexicano del siglo XXI no existiría sin estas raíces.




Exposición Diálogos del Arte
Galería Aguafuerte, agosto 2014.



Un artista completo comprende la relación de la pintura con todas las disciplinas y formas del pensamiento humano, el carácter trascendental del arte y la enseñanza como una forma de perpetuar su existencia.
No concibo el arte de la pintura sin el dibujo, sin el estudio, principalmente de la historia del arte, sin una formación cultural adecuada. No sólo se trata de aprender técnicas, de crear imágenes llamativas o hermosas, la pintura es un crisol del intelecto.
La enseñanza es el auténtico laboratorio del dibujo y la pintura, en tanto que la poesía constituye la piedra filosofal que transforma la plástica en arte.
El gran misterio yace en el dibujo instintivo de los alumnos ¿De dónde viene la capacidad de aprender? ¿De dónde viene la pintura? ¿En qué parte del espíritu humano se conciben las artes?


Pedro Sacristán
Artista Plástico

17 de agosto 2015.




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