De los cuernos de la luna cayó la roja miquiztli descarnada,
irrumpió en el laberinto, vestida de grana y con venablo
El veinte, veinte ¡Se lo lleve la chingada!
Cayó el minotauro, Teseo calló y se fue al diablo,
cayó el toro en la plaza y cayó el torero,
se chingó a la doncella y al gran monocero.
Viene la muerte muy hambreada ¡Dios no lo quiera!
¡Ya se llevó a Arturo Rivera!
¡Vuélvete, lagañosa! No me tiendas tus oscuros brazos
ni en la vida dichosa vengas de metiche,
Porque he de recibirte ¡A calaverazos!
¡Puta madre, traía murciélago chino el ceviche!
¡No me lleves! ¡No me lleves, alas negras!
Matas la risa, matas el amor y matas todo cuanto tocas
¡Mejor llévate a los ojetes que no usan cubrebocas!
Pedro Sacristán